A veces los mecánicos se olvidan de un aspecto tan pequeño pero tan importante como los puestos de los bujes. La máquina al trabajar produce una vibración, y ésta a través del tiempo va desgastando los puestos de bujes.
Cuando un puesto de buje está desgastado, la extremidad de la máquina empieza a trabajar de manera dispareja y esto puede traer consecuencias graves. El cilindro empieza a trabajar más de un lado y los sellos empiezan a deformarse. El aceite hidráulico se filtra por esas partes deformadas del sello y deja de otorgar tanta fuerza.
En el peor de los casos el cilindro podría rayarse en el interior, provocando la destrucción de los sellos y de partes tan importantes como el émbolo o la camisa misma. A veces no tiene reparación y hay que crear un cilindro nuevo.