En ocasiones nos llaman preguntando si tenemos cierta pieza de una máquina en específico y antes de decirles que no, la creamos.
Veamos un ejemplo:
Un cliente nos dice que un engranaje de un motor eléctrico se le rompió. Luego nos dice que al contactar con la marca del motor, le dijeron que debía comprar uno nuevo. Eso le iba a salir en varios miles de dólares. Después de un rato hablando le dijimos que tenemos una impresora 3D y que nosotros podíamos crear la pieza desde cero.
Resultado: El cliente pudo seguir usando su motor eléctrico con un engranaje de alta calidad y resistencia. No pagó más de 300 dólares.